Museum of natural science. A place where time and stories are contained. Man and nature coexisting in the same environment. Small people, Hyper-realistic sculptures, frozen moments or simply a hiatus imperceptible to our senses?. Submerged in a meditative state or lost in gaze, the question comes as to whether these people are in showcases or at a level of abstraction so deep that they can’t see their surroundings. They could be in a bathroom, living room or even on the street, waiting for the traffic light but their absence does not recognize the difference between being locked, free or frozen in time. The inherent tension of their fingers, muscles, tendons, eyes and hair. Details that are overlooked during our daily life. The gestures and textures of their bodies invite us to take the time to appreciate them when is presented behind a glass case. It is at this moment where the time taken for contemplation is almost non-existent, the dioramas of daily life let us observe our anxiety to those hidden details. Small portraits of us or how we feel about ourselves and how others see us. The self and critical eye we have about a situation or action. This view changes completely when this is reflected in someone else. I always had the fantasy that animals on science museums were going to wake up at some point. Can this become a reality or its just my imagination?.

/  Museo de ciencias naturales

El tiempo e historias contenidas. El hombre y el resto de la naturaleza coexistiendo dentro de un museo. ¿Pequeñas personas, esculturas hipe-realistas, momentos congelados o simplemente imperceptibles a nuestros sentidos?. A partir de su mirada perdida o estado de meditación, la pregunta que me surge es si estas personas están dentro de vitrinas o se encuentran en un nivel de abstracción tan grande que no pueden ver su entorno. Podrían estar en un baño, living e inclusive en la calle, en una esquina esperando el semáforo, pero su ausencia no reconoce la diferencia entre estar encerrado, libre o congelado en el tiempo. La tensión de los dedos, músculos, tendones, miradas, pelos. etc. Detalles, gestos y texturas que pasan por alto en lo cotidiano y sólo nos tomamos el tiempo de apreciarlos cuando se nos presentan detrás de un cristal. En un momento en donde tomarse el tiempo para la contemplación es casi nulo, los dioramas de lo cotidiano nos dejan observar aquellos detalles ocultos a nuestra ansiedad. Pequeños retratos de cómo nos vemos o sentimos nosotros mismos y cómo nos ven los demás. La mirada crítica y personal que cada uno tiene sobre una situación o acción. Cuando ésta es reflejada en otro esa visión cambia por completo. Siempre tuve la fantasía en los museos de ciencias naturales que los animales en algún momento iban a despertar. ¿Están ahí o solo en mi cabeza?.

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